Regar el limonero es un elemento importante para asegurar un buen crecimiento a lo largo de las estaciones pero también para facilitar la floración, la fructificación y por tanto la cosecha de limones.
Ya sea en primavera, verano u otoño, estos son los sencillos pasos para regar adecuadamente tu limonero
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Regar el limonero
Las necesidades de agua del limonero son relativamente altas, especialmente cuando se cultiva en maceta.
En efecto, el limonero en maceta no puede sacar agua del suelo, mientras que la evaporación ligada al calor es mucho mayor que la contenida en la tierra.
Regar el limonero en el suelo:
Las necesidades de agua se producen principalmente durante el primer año después de la siembra. Riegue casi todos los días durante el primer año.
Luego, sólo en casos de calor extremo o sequía prolongada, regar el limonero preferiblemente por la noche, sin exceso pero con regularidad.
Puedes aplicar fertilizante cítrico varias veces al año para mejorar la floración, fructificación y crecimiento de los limones.
A la hora de regar, evita siempre mojar las hojas para no provocar enfermedades criptogámicas.
Regar el limonero en maceta:
En maceta, el limonero tiene necesidades de agua mucho mayores porque el agua se evapora mucho más rápido y el agua tiende a llegar al fondo de la maceta.
Entonces es aconsejable regar regularmente, tan pronto como se toque la tierra de la superficie. Es perfectamente posible, cuando hace calor, regar casi todos los días.
La adición de fertilizante al limonero en maceta es tanto más importante cuanto que los nutrientes desaparecen mucho más rápidamente.
En maceta, la tierra se agota rápidamente y esta falta debe compensarse añadiendo fertilizante una o dos veces al mes.
Evidentemente, en invierno es razonable reducir todo el aporte de fertilizantes y reducir el riego al mínimo estricto.
También tenga cuidado de no dejar que el agua se estanque en el fondo de la olla, ni siquiera al nivel del platillo.