Prestar atención a determinadas características de la sandía a la hora de comprarla nos permite conseguir la mejor y más sabrosa. Una buena sandía no tiene partes más blandas en la corteza, no tiene grietas, es simétrica y dura.
No se trata sólo de problemas estéticos: una exposición excesiva al sol o la falta de agua pueden comprometer el sabor de la sandía . A continuación enumeramos algunas características de una buena sandía.
Color . Una sandía de buena calidad tiene un color verde oscuro y apagado. Un color más claro y brillante indica una peor calidad.
Pelar . El área amarillenta de la cáscara indica dónde la sandía hizo contacto con el suelo. Si esta zona es más oscura, significa que la sandía ha madurado correctamente. Sin embargo, si el área es más clara, casi blanca o inexistente, implica que la sandía se cosechó demasiado pronto.
Peso . Una sandía lista para comer se compone de un 92% de agua y un 6% de azúcar. Para asegurarte de no comprar una sandía que esté demasiado llena de agua, intenta levantar dos sandías del mismo tamaño y compra la más pesada.