
Las alcaparras son un elemento básico de nuestra tradición culinaria. Las alcaparras “clásicas” no son más que los botones florales de la planta homónima. Pero, ¿sabías que los dientes de león también producen brotes comestibles?
Cosechados cuando aún son muy pequeños, los brotes de diente de león se pueden almacenar y comer de la misma manera que las alcaparras. Te explicamos cómo hacerlo a continuación.
Lo primero que debe hacer es encontrar brotes de diente de león muy pequeños . No recoja las flores sin abrir que están en la parte superior de la planta, sino los capullos cerrados que están más cerca del suelo.
Los dientes de león no solo producen una flor, sino varias a lo largo de la temporada. Incluso si cosechas todos esos cogollos secundarios, la planta seguirá produciendo flores.
Ahora que ya tienes los capullos de diente de león , es hora de encurtirlos con vinagre y sal. Este método nos permitirá conservarlos durante mucho tiempo.
Necesitas: 150 gramos de brotes de diente de león, 150 ml de vinagre, 80 ml de agua, 1 cucharada de sal.
Lleve a ebullición el agua, el vinagre y la sal, revolviendo bien para disolver. Pon las alcaparras en tarros de cristal y vierte la salmuera por encima.
Cierra y guarda en el refrigerador. Alternativamente, procese los frascos en un baño de agua durante 10 minutos. Este último método nos permitirá conservar los tarros fuera de la nevera.