Aunque la tradición de comer pavo viene de los Estados Unidos, cuando el pavo era el único alimento de los colonos que llegaron del Mayflower a Massachusetts en el año 1600 y de allí surgió la tradición del Día de Acción de Gracias; En México se dice que un hermano,  Pedro de Gante, que era misionero, llegó enviado por el rey Carlos V para evangelizar a los pueblos indígenas, detectó que el 25 de diciembre tenían una celebración diferente en honor al Dios de la Guerra,  e invitó a otros pueblos originarios a sus casas.

Esta coincidencia de fechas llevó a los indígenas a adaptar la suya a la festividad cristiana, celebrando la Navidad en consecuencia e incorporando el pavo a sus comidas. Pero no es fácil cocinar un buen pavo, de hecho es una de las carnes más secas que existen, pero  conociendo algunos secretos puedes llevar a tu mesa navideña el mejor y más jugoso pavo que jamás hayas probado.

A continuación te mostraremos  algunos trucos para que este plato quede delicioso.

1 – La pava, mejor que el pavo🍗

Cuando vayas a comprar un pavo para la fiesta de Navidad,  busca y elige siempre un pavo. La carne de pavo siempre es mucho más jugosa y tierna  que el pavo. La carne de pavo, al ser un animal naturalmente más grande, tiene pechugas mucho más gruesas y la carne es más dura.

2 – Hay que descongelarlo muy bien🍗

Por lo general, obtenemos nuestros pavos con mucha anticipación, por lo que probablemente los congele. Ten en cuenta siempre que por cada 2,5 kg necesitarás 24 horas de descongelación, por lo que si es mayor el tiempo aumentará. Este proceso siempre debe hacerse dentro del refrigerador para conservar el sabor. Otro proceso para descongelar es colocar el pavo congelado en agua fría durante 30 minutos y repetir esto varias veces hasta que el pavo esté completamente descongelado.

3 – Una buena limpieza🍗

Cuando esté descongelado, verás que nuestro  pavo tiene sus menudencias, por lo que lo primero que harás será retirarlas muy bien e incluso quitarle el cuello,  si lo tiene. Después de quitar todo, lavar con agua fría y terminar con un buen secado.

4 – Buena preparación🍗

Para este paso, tienes dos modalidades. Una, la más sencilla, es ponerla en remojo en agua y sal durante 24 horas, para que absorba el agua y la sal. Pero la otra es preparar una buena mezcla que puedes hacer por ejemplo:

  • Haz tu  mezcla de sal, azúcar moreno, naranjas, limones, tomillo y romero. Una vez que tengas esta preparación, remoja todo tu pavo en ella y bien tapado,  llévalo al refrigerador por 24 horas.

5 – Tiempo de cocción🍗

Es imprescindible  precalentar previamente el horno entre 160 y 185 grados. Nunca encienda su horno a una temperatura más alta  . Este es un gran secreto que hará que la carne de tu pavo quede muy jugosa y tierna. Si el fuego es a una temperatura más alta, solo obtendrás la rápida evaporación del jugo y así la carne quedará seca y sobre todo insípida. También ten en cuenta que para que quede bien cocido y jugoso, el tiempo a esta temperatura de cocción será de media hora por cada kilogramo de carne o hasta que el interior del pavo alcance una temperatura de 75 grados. Para medir esto, lo normal es que tu pavo ya venga con un termómetro que debes colocar dentro al inicio de la cocción.

6 – Finalización🍗

Si por casualidad no tienes termómetro, pásate  un cuchillo por la pechuga y al sacarlo lo aprietas contra tu labio inferior, y no aguantas porque te quema, será porque tu pavo está listo. Por el contrario, si al pasar el cuchillo por el jmu7sclo notas que salen jugos rosados ​​o rojos, este es el mejor indicativo de que tu pavo está crudo.

Una vez terminada la cocción, debes apagar tu horno y  dejar reposar por media hora, para que los jugos queden bien incrustados e impregnados en tu pavo.