Toda persona sueña con tener una sonrisa blanca. Hoy en día, esto es posible incluso sin tener que gastar mucho dinero en diferentes procedimientos de blanqueamiento. Los remedios caseros naturales son una solución eficaz.

Bicarbonato de sodio y jugo de limón

El bicarbonato de sodio tiene propiedades alcalinas y equilibra el pH en la boca, protegiendo tu esmalte de la acción de los ácidos. Combinado con jugo de limón, que tiene propiedades blanqueadoras, el bicarbonato de sodio reduce la acidez del limón y blanquea los dientes.

Remedio:  Combine varias cucharaditas de bicarbonato de sodio con jugo de limón o agua. Limpie la saliva de sus dientes con una toalla de papel y luego aplique la pasta hecha en su cepillo de dientes. Cepíllese los dientes suavemente y deje actuar la pasta durante aproximadamente un minuto (3 minutos si usa agua), luego enjuague bien.

Fresas, bicarbonato de sodio y sal

Debido a su alto contenido en vitamina C y ácido málico, las fresas eliminan la placa y eliminan las manchas amarillas de los dientes. La sal y el bicarbonato de sodio son abrasivos y actúan como un exfoliante, protegiendo el esmalte de los ácidos.

Remedio:  triture 1-3 fresas y mézclelas con ½ cucharadita de bicarbonato de sodio y una pizca de sal marina. Retire la saliva de sus dientes con una toalla de papel, luego aplique la pasta a un cepillo de dientes. Cepíllese los dientes y deje actuar la mezcla durante unos 5 minutos, luego enjuáguese bien los dientes. Repite el procedimiento todas las noches.

aceite de coco

La aplicación de aceite de coco en los dientes le dará una hermosa sonrisa. No blanquea los dientes de inmediato, pero el ácido láurico que contiene protege los dientes de la placa bacteriana. Además, mejora la salud de tus encías y le da a tu boca un aliento más fresco.

Remedio:  todas las mañanas, antes de cepillarte los dientes, aplica una cucharada de aceite de coco y revuélvelo alrededor de los dientes durante unos 15 minutos. Luego lávese la boca con agua y cepíllese los dientes normalmente.