El color de las flores es un aspecto cualitativo fundamental tanto para quienes trabajan en el sector floral pero al mismo tiempo es un requisito que atrae al consumidor cuando decide preferir una flor a otra. Por eso es previo a ello comprender los factores que nos permiten mantener el color vivo de la planta y por tanto preservar su calidad el mayor tiempo posible.
Las flores pueden presentar diversas tonalidades y esto está determinado por el tipo de las mismas así como por la cantidad y estabilidad de los pigmentos que están presentes en los tejidos. El color también está influenciado por el pH de las células vacuolares. Hecha esta pequeña premisa, entremos más en detalle, nos será útil para responder a una pregunta infame.
¿Por qué las flores tienen color?
En cuanto a la cuestión color/flor, en primer lugar es necesario mencionar los pigmentos más responsables y que determinan el color de las flores, a saber, los flavonoides, los carotenoides, las betalaninas y también la clorofila. Además de estos, existen diversos factores externos que influyen en su tono e intensidad, como la luz, la temperatura, los azúcares, los metales, por solo mencionar los principales.
Factores externos que también pueden determinar el cambio de color a lo largo de la vida de una planta y esto afecta a una de cada cinco familias de plantas. Gracias a la transformación química de los pigmentos -mencionados anteriormente- que colorean los pétalos de las flores; Para que nos hagamos una idea, la clorofila da el color verde, los carotenoides son los responsables del amarillo y el rojo, mientras que las antocianinas son las responsables del color rosa y azul.
Sobre este punto, un estudio realizado por una investigadora estadounidense, Martha Weiss, afirmó que el cambio de color de los pétalos de las flores es una señal dirigida a los insectos polinizadores para que puedan comprender cuándo es el momento adecuado para encontrar más néctar. .
Al observar las mariposas, Weiss no tendría ninguna duda: prefieren las flores grandes, en plena floración y con corolas absolutamente amarillas. A lo largo de la evolución, las plantas han desarrollado fuertes características para atraer pájaros e insectos y los colores brillantes son un as bajo la manga.