
Cuando hablamos de toallas y su lavado, sabemos bien que mantener el frescor y un olor agradable es fundamental para secar cómodamente y tener un baño que no desprenda olor a humedad ni a humedad.
De hecho, no hay nada más desagradable que envolverse en una toalla que desprende olor a humedad o a humedad . Sin embargo, suele ocurrir que el lavado se complica por diversos motivos.
Las toallas, al ser de rizo, tienen más probabilidades de atrapar olores dentro de las fibras. Lo que se nos escapa, sin embargo, es que estos olores, en la mayoría de los casos, ya existen debido al lavado.
¡Pero no te preocupes! Hoy te daré 4+1 preciosos consejos sobre cómo conservar la fragancia de tus toallas y mantenerlas siempre frescas y agradables después del lavado.
No los pongas húmedos en la ropa.
El primer paso para evitar que las toallas huelan mal es evitar dejarlas húmedas en el baño después de secarte.
Cuando las utilices, es importante colgarlas en la secadora o extenderlas bien para permitir que el agua se evapore por completo; Esto se aplica especialmente a los albornoces, que absorben más agua y, por lo general, son más gruesos.
La humedad atrapada puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de olores y bacterias. Si no puedes secarlos inmediatamente, intenta colgarlos en un lugar bien ventilado hasta que tengas la oportunidad de lavarlos.
Utilice un aditivo natural
Un truco muy eficaz para mantener las toallas con un olor fresco durante mucho tiempo es añadir un aditivo natural durante el lavado, pero ¿cuáles son los más adecuados?
Una gran opción es el vinagre blanco : su poder antibacteriano y antiolor ayuda a eliminar el hedor persistente y previene la formación de moho.
Para utilizarlo, añade medio vaso de vinagre en el compartimento correspondiente de la lavadora, ajusta e inicia el ciclo de lavado como de costumbre.
Si además quieres obtener un aroma embriagador, puedes añadir 1 cucharadita de aceite esencial de tu preferencia, para mezclar con el vaso de vinagre.
¡Tu ropa saldrá con un olor limpio!
Comprobar secado
A la hora de secar toallas en la lavadora, comprobar el secado es fundamental para garantizar que es completo y que no queda humedad residual en la ropa.
Una vez finalizado el lavado, retira inmediatamente las toallas de la lavadora y colócalas en un lugar seco y bien ventilado.
Naturalmente, lo ideal sería colgar las telas en el exterior, en el balcón, en una zona expuesta al viento y donde los rayos del sol no sean demasiado fuertes, para que no les dé el sol directamente.
Si utilizas la secadora , evita sobrecargarla para que la ropa pueda moverse libremente y secarse uniformemente.
Haz un lavado exclusivo.
Para evitar el riesgo de que las toallas absorban los olores de otras prendas, una buena solución es lavarlas por separado del resto.
Lo ideal sería dedicar un ciclo de lavado exclusivo sólo a las toallas, ya que muchas de ellas se acumulan de todas formas a lo largo de unos días, por lo que el lavado no se desperdiciaría.
¡Esto reducirá el riesgo de contaminación de otras telas y garantizará que sus toallas conserven su frescura durante mucho tiempo!
Elige aceites esenciales
Por último, una forma natural de perfumar las toallas es utilizar aceites esenciales , en lugar de perfumistas comerciales cuya eficacia nunca se conoce y, sobre todo, nunca satisface por mucho tiempo.
Puedes añadir unas gotas de aceite esencial, como lavanda o árbol de té , en el cajón del detergente durante el lavado o en el tambor de la secadora, colocándolas primero sobre un trozo de tela.
Los aceites esenciales no sólo dejan un agradable aroma en las toallas, sino que también tienen propiedades antibacterianas que ayudan a mantener los tejidos frescos por más tiempo.
Trucos para tenerlas blanditas (VÍDEO)
Además de los malos olores, una cosa muy importante que siempre deseas obtener de las toallas es suavidad. ¡Así que he recopilado mis trucos que los hacen súper suaves en este video hecho especialmente para ti!
Advertencias
Una condición muy importante para que las toallas queden siempre perfectas es leer las instrucciones de lavado que aparecen en las etiquetas.